En el tratamiento de adolescentes, se realiza una primera entrevista con ambos padres (preferentemente), al igual que con niños. Se ofrece el tiempo y espacio a la escucha de las preocupaciones parentales y se establece el encuadre de trabajo terapéutico. Sin embargo, niñez y adolescencia son momentos evolutivos con grandes diferencias en los trabajos psíquicos que ocupan al sujeto y en el tipo de acompañamiento necesario de los padres.
Esta es una etapa evolutiva de crisis y rupturas, de cambios identitarios profundos. Por ello cerca del adolescente se necesitan adultos sostenedores que acepten estas transformaciones y acompañen el proceso.
Será evaluado en cada caso particular la necesidad o no de un tratamiento psicológico, que puede acompañarse de sesiones de orientación a padres.